sábado, 5 de enero de 2013

La voz de Elda tiene nombre...y no es de mujer

Hace once años, se dice pronto, que comencé en el difícil mundo del periodismo deportivo. Años en los que he reído, he llorado y me he esforzado por ser una periodista, no sólo del ámbito deportivo, sino de todas las demás áreas que tienen cabida en la información que interesa a la sociedad. Cuando vas a la Facultad, no sólo acudes por lograr un título que te acredite como Licenciada en Periodismo, sino que allí logras asimilar que en la vida no sólo existe lo que nuestros ojos ven, aquello superficial, sino que también existen voces y mundos a los que las personas no pueden acceder si no es por mediación de "buscadores de información", que es todo lo contrario a los "localizadores de alcantarillas", donde la mierda encontrada no es más que para sembrar semillas de odio y morbo en una sociedad cada vez más interesada en ser participes de las cloacas más sucias del submundo plano y vacío de relevancia, que del futuro que entre todos podemos llegar a lograr.

En una tesitura en la que los periodistas nos sentimos infravalorados, menospreciados y en ocasiones señalados cruelmente, no podemos exigir más de lo que podemos obtener. Las nuevas generaciones, entre las que me incluyo seguiremos soñando, pues la mayor parte de los que nos dedicamos a esta profesión por vocación nacimos con una sensibilidad especial que muchas veces extrae de nosotros nuestra parte de aquella época que muchos artístas denominan "Romanticismo". Por eso, a pesar del complicado tiempo al que nuestro gremio se enfrenta, no podemos dejar de soñar con que llegará un día en el que sigamos formando parte de la sociedad, no por placer ni curiosidad, sino por necesidad. Como dijo hace unos años un jugador del CD Eldense somos "un mal necesario", pues gracias a nosotros muchos son coronados "Reyes del Mundo" por dar patadas a un balón o por pasear palmito por grandes pasarelas. 

Y también destacar la labor inconmesurable de los eternos becarios, que como yo hacemos del Periodismo nuestra fuente de escape a la monotonía que la vida nos ha instaurado. Somos seres altruistas que nos reinventamos por momentos hasta alcanzar la meta que muchos se niegan a dejar de mover, y que a pesar de verla cerca, siempre está lejos. Es por ello, que me sentí muy defraudada con las palabras del que un día fue un referente del Periodismo para mi, Josep Pedrerol (Punto y Pelota) que a pesar de que después se disculpó, humilló no sólo a sus becarios, sino en general a la labor que realizan los que a veces sin un duro intentan curtirse en el complicado mundo de la información. Recordemos que la gallina, antes de ser eso, fue huevo... y que los grandes, medianos o pequeños periodistas siempre comenzamos siendo la parte más débil de un grupo de trabajo, porque lo que buscamos es equivocarnos, ya que sólo así lograremos ser perfectos.


Y volviendo a mi caso, puedo dar gracias al camino de la Información por darme la oportunidad de curtirme e ir erigiéndome como periodista gracias a mi gran compañero y mejor amigo Miguel Santiago Rico Payá. Sinceramente, creo que durante estos nueve años he aprendido de mis propios errores y me he hecho a mi manera. Me ha dado la oportunidad de sumergirme en nuevas experiencias y siempre a su lado. Al lado del que creo, y no me equivoco, es la voz de Elda, la voz del periodismo deportivo local. Una voz y una mente, un trabajo y un esfuerzo que lamentablemente empresas de comunicación de España se pierden por eso, por no dar oportunidades a los que realmente lo merecen. Porque para mi eres una voz inconfundible y luchadora que pronto encontrará su lugar en el desafortunado e ingrato mundo del Periodismo. Un mundo con el que no nos toca más que lidiar, Miki...

No hay comentarios:

Publicar un comentario