domingo, 31 de julio de 2016

Sí, estoy de vuelta...

Quedan minutos para que se acabe este domingo, último día de mes y el último día de mis vacaciones. Pero ha sido una jornada maravillosamente playera y deportiva, aunque he no hay sido yo la que compita, pero siempre que sea ÉL es como si lo fuera.

Resta poco para que acabe el día, mi último día. Parece que la inspiración ha vuelto a sobrevolar mi cabeza, aunque cierto es que hacía meses que intentaba sobreponerme a todo y a todos con el fin de ver las yemas de los dedos deslizarse por el teclado. ¡¡Bienvenidas las musas!! o tal vez los musos... ¿quién sabe o a quien le importa eso ahora? 

He pasado un año en la más absoluta de las abstinencias, no por miedo o incapacidad, sino por respeto. Un sustantivo que muchos prefirieron no tener conmigo durante las últimas campañas. No, tranquilos, no voy a citar a nadie... ya no importa, no jodamos el último día, mi día, mi último día de mis maravillosas vacaciones. 

Y aquí estoy, sentada, rodeada de gente a la que quiero. Vale, venga Lorena, ¿a quién pretendes engañar? Está bien, a mi alrededor hay gente en este momento del día -mi día, el último día de mis divertidas vacaciones- a los que amo por encima de cualquier cosa. Personas, que a pesar de todo lo sufrido, se han mantenido al margen aún sabiendo que todo era una injusticia.



Con esto tan sólo he pretendido romper el hielo, que no ha sido difícil teniendo en cuenta el tremendo calor que hace estos últimos días. He regresado, por petición de mi círculo más cercano, porque aún no escribiendo con continuidad he seguido subiendo cifras gracias a trabajos anteriores, por todos aquellos a los que no causo simpatía -esto es normal, a nadie le gusta hacer cosas y que se sepan... pues que no las hagan, digo yo... ¡Soy Periodista! (pero de las de verdad. Sí, de esas que se curran una carrera en sus ratos libres de su juventud, mientras otra gente se va de botellón, o en este tiempo a buscar Pokémon...!) y porque me da la gana estar "de ida y de vuelta". 

Así soy yo y el resto de Periodistas que elegimos este oficio, porque amamos las causas justas, esas que nos interesan a todos. Esta profesión cada vez menos respetada y por muchos poco valorada, pues como dijo en su día un deportista al que entrevisté "somos un mal necesario". A pesar de todo lo que en la actualidad se cuece en contra de nuestras personas y nuestro oficio (esto lo trataré en un artículo más adelante), seguimos luchando y por desgracia -si quieren, llámenlo crisis- somos viajeros dentro de una sociedad con billete de IDA Y VUELTA.

¡Feliz verano!