domingo, 28 de agosto de 2016

Vivir el momento antes de que no puedas vivir

En ocasiones, vemos la vida pasar, pero no la observamos. La miramos de reojo, pensando que mañana de nuevo podremos revivir ese momento que por agotamiento u otros estragos de la vida no saboreamos como debemos. Y de esta manera, pasan los minutos, las horas, el tiempo se acaba y corre la vida.

Tremendo, ¿verdad? Pues lamentándolo mucho es así. Mañana le pongo fin a la segunda década de mi vida, pues soy de la cosecha del '86, y aunque todavía me miro en el espejo y veo a una niña, a la vez observo que el tiempo ha pasado tan rápido y hemos crecido sin sentir cómo lo hacíamos, plantándonos en un momento en el que la vida se limita a la toma de decisiones rápidas y a asumir las responsabilidades, dejando atrás aquellas del pasado que te horrorizaban, pero que no eran decisivas a largo plazo. ¿Qué suponía suspender un examen? Hoy lo sabemos, aquel día -por lo menos para mi- era un fracaso horroroso, ahora simplemente podríamos decir que era una oportunidad para levantarse y aprender. Y es que nunca me llevé bien con las derrotas, los hechos que te empujaban a salir de la línea de lo políticamente correcto, tal vez no soy una buena perdedora.

¡Qué hermoso era ser niñ@! Esa época en la que tu madre iba a algún sitio y te traía una goma de borrar y tu abuelo te preguntaba si necesitabas algún libro de lectura para el cole (cómo le echo en falta, pero mantengo la esperanza de que en el cielo haya wifi para leer mis artículos), pues eso, para ti esos detalles eran maravillosos, los valorabas como hoy pocos lo hacen. Tienen de todo, no se ha inventado todavía nada más valorable. Hoy los niños quieren crecer rápido, quizás al compás que le marca la televisión de entretenimiento, tal vez no se dan cuenta de que esa época sólo existe una vez en la vida, que cuando creces la vida ya no es un juego, y que tienes toda la vida para jugar a ser mayor. Hablo de esta manera, porque crecí muy tarde, me negaba a salir de Nunca Jamás, puede que imaginase que una vez fuera, ya no podría volver a entrar. Y me resistí a despedirme de la niñez a los 15, con una Barbie en la mano.

Y llega el momento en el que haces balance y descubres que puede que en tu -todavía- corta vida, te hayas agobiado más veces que divertido (cada uno en función de su personalidad) y buscas en el cajón de los sueños y te das cuenta de que has llegado a tu tercera década con retos por lograr, y alguna que otra expectativa por cumplir.

Voy a alcanzar los 30, la edad de plenitud de una mujer -dicen-, con algunas cosas que creí que lograría: tener un millón de amigos, plantar un pino, escribir un diario rollo Ana Frank, ser una Sara Carbonero con reality incluido, tener un equipo fútbol compuesto por Chupetes enanos, tener una escoba para barrer todas las guerras, ser una cat woman y convivir con perros, encontrar a mi príncipe azul... Todo ello es una mezcla de canciones y estereotipos que nos han vendido a la sociedad como método de perfección para ser feliz, sin darse cuenta de que en la vida basta con tener los amigos justos con los que divertirse, no cortar árboles para mantener la vida en nuestro planeta, luchar por la Libertad de Expresión, ser tú y que tu valía sea más exitosa que tu belleza, que tener o no bebés no te hace más o menos mujer, no provocar guerras para no tener que limpiar los destrozos que ocasionan, poder convivir con personas diferentes a ti, y si tienes a Peter Pan a tu lado será más divertido que vivir en una corte llena de protocolos.

Me faltan sueños por cumplir, que quizás los 30 me permitan hacerlos realidad, pero reconozco que los años finales de la década de los veinte me han regalado todo lo que una persona necesita para vivir.

jueves, 4 de agosto de 2016

IV Torneo de Amateur de FUTVOLEY en San Juan de Alicante

El pasado domingo día 31 de julio, se llevó a cabo en la Playa de San Juan de Alicante el IV Torneo Amateur de Futvoley, previsto dentro del programa deportivo "12 metas" de la Concejalía de Deportes de Alicante. 
Tras una divertida jornada deportiva y playera, en la que no faltó en algún momento del día el viento, se proclamó campeona la pareja valenciana compuesta por Juan Carlos Ros (mejor jugador del Torneo) y Pablo Roger, en una final muy competida contra los alicantinos Emilio Clemente y Sergio "Chupe". El tercer puesto fue para Daniel Galiana y Carlos Maza.

El podium de este evento logró el pasaje directo al VII Torneo Internacional que se celebrará a partir de mañana viernes y durante todo el fin de semana en la localidad alicantina de La Nucía.