viernes, 30 de noviembre de 2012

El Camaleón del UD Petrelense


 
Es considerado uno de los futbolistas más vistosos de la categoría regional. Marcos Avendaño Gil, natural de Elda, es el claro ejemplo del refrán que reza que “nadie es profeta en su tierra”. Disciplinado, serio, con una clase y estilo impropio de los más bajos cimientos del fútbol, a sus 31 años no ha podido saborear la miel del mundo profesional. Mala suerte o quizás falta de alguien en la sombra que le guiara su carrera futbolística, el eldense milita desde hace tres campañas en el vecino pueblo de Petrer.
 
Nacido en Alicante el 31 de octubre de 1981 en el seno de una familia amante del fútbol, Marcos creció pegado a un esférico y a una ilusión: llegar a ser futbolista. Su gran pasión se dibuja en forma de los colores azul y grana del FC Barcelona. Sus padres disfrutaban viajando junto a él a los diferentes puntos de España donde jugaba el equipo de la Ciudad Condal, de echo su rubia melena le convertía en el foco de miradas y exclamaciones como “¡Mirad Schuster en petit!” .

Marcos con 4 años en Sevilla. Final de la Copa de Europa
 FC Barcelona vs Steaua de Bucarest
 
Marcos comenzó a despuntar en el club local Amigos del Betis, pasando a jugar en la Unión Deportiva Elda. Tras la desaparición de este club, Avendaño firmó por el CD Eldense C, que por aquel entonces estaba unido a la Nueva Fraternidad, y donde fue pupilo de Marco Antonio Mozos (actual coordinador del fútbol base deportivista). Luego pasó a ser Eldense B, un grupo de chavales que consiguieron hacer una piña y disfrutar de cada partido y cada entreno. Quizás el día más duro para el futbolista fue cuando falló una pena máxima que hubiera dado la victoria a los azulgranas, error que Marco Antonio justificó diciendo que “sólo lo falla el que lo lanza”. Al límite de cumplir 23 años, el futbolista recibió una llamada del CD Eldense. Los azulgranas rescindían la ficha del jugador al creer que no reunía las condiciones para pertenecer al primer equipo en calidad de sub’23.
A pesar de que el Deportivo Eldense nunca ha contado en sus listas de posibles fichajes con Marcos, el centrocampista jamás ha guardado rencor al Club que siempre amó su abuelo, con quien no fallaba cada temporada en comprar el abono y del que guarda geniales recuerdos de las jornadas dominicales en la tribuna del antiguo Estadio Pepico Amat.
Emigrar para jugar
Tras dejar su vida futbolística en Elda, llamó a sus puertas La Algüeña CF. Donde estuvo dos campañas: el primer año con el villenero Rubén y el segundo con el noveldense, y ex entrenador del CD Eldense, José Ramón Navarro “Coca”. Ese mismo verano disputa la popular Copa San Pedro, consiguen llegar a la final contra la Universidad de Alicante, pero no logran el campeonato.
                                         Marcos en el partido Algüeña vs Eldense B de la temporada 2004/05
El popular torneo de verano, le otorga el pasaporte hacía Santa Pola, un conjunto que necesitaba resurgir de sus cenizas tras su descenso de la Tercera División. Con 24 años se pone a las órdenes de Manolo Cortés, pero el destino quiere que no sea su temporada. En la primera vuelta, Marcos sufre una grave lesión que le obliga a pasar por el quirófano. Una fuerte entrada en un trance del partido contra el Hércules, rompe el radio del brazo izquierdo del centrocampista y pierde así unos meses de competición. Durante su estancia en el “Manolo Maciá”, el eldense tiene la oportunidad de aprender de la experiencia del famoso entrenador ilicitano Alberto Capón, con el que el club estuvo a punto de conseguir colarse en fase de ascenso. También jugó a las órdenes de Anselmo y Domingo Grau. Con este último, realizó su última campaña en la que consiguió 6 tantos.
                                         Once inicial del Santa Pola. Marcos en la fila de arriba es el tercero de la derecha
El Poble del Costat
 Y tras el cambio de política del club rojiblanco, una filosofía que pasaba de ser ambiciosa a un plan mucho más parecido al de una transición en la que reunirían a futbolistas del pueblo para intentar al menos mantener la categoría, la UD Petrelense llega a un acuerdo con Marcos Avendaño para trasladarse a la vecina ciudad.
El primer año, Antonio Rubio “Campello” logra explotar todo el potencial y descaro de un jugador que se caracterizaba por su discreción sobre el tapete para con sus contrincantes. La campaña siguiente a la llegada de Marcos al club petrerí, Campello firma por el Pinatar CF. El joven entrenador petrelense da un paso así en su carrera, y comienza su coqueteo con la Tercera Murciana, de la que se despide meses después por discrepancias con el director deportivo, Esteban Quintas. Al parecer, Campello decidió dimitir por la negativa de los dirigentes a que Antonio Rubio realizara ningún fichaje (en su órbita el interés porque Marcos Avendaño rubricara su contrato con el club murciano). Tras esta dimisión, y por exigencias de la Federación, Campello pasa un año alejado de los banquillos, mientras que en su lugar la UD Petrelense decide que Baldo Garrido sea quien dirija al equipo. El ex jugador del CD Eldense, Baldo guarda un genial recuerdo de Marcos, de quien afirma es “un gran jugador y mejor persona. No se merece no haber podido ascender de categoría”. Bajo las órdenes de Baldo Garrido, Avendaño se convierte en el máximo anotador de la plantilla con 12 tantos.
En la presente temporada Marcos continúa en la UD Petrelense, este año de nuevo con Campello de entrenador. Ocupan el puesto sexto en la clasificación del grupo VI de Primera Regional (4 partidos ganados, 5 empatados y dos perdidos), cuentan con 17 puntos, 18 goles marcados y 15 encajados. La UD Petrelense comparte grupo con el Eldense B, a quienes aventajan en un punto.
 
Presente y futuro
                                                                                             Imagen del calendario 2011 de la UD Petrelense
A parte de jugador, Marcos encontró hace varias temporadas una faceta desconocida hasta entonces por él: la enseñanza del fútbol a niños que empiezan a coquetear con el “Deporte Rey”. Dirigió varias campañas a equipos de la base del CD Eldense, este año lo hace en el petrelense bajo la coordinación de su propio entrenador, Antonio Ruiz “Campello”.
A pesar del descaro que muestra en las últimas jornadas, Marcos Avendaño siempre fue un jugador modelo. Eterno compañero, jamás se enojó tras un cambio o una suplencia; distante cuando se trata de comparativas y humilde al encajar tanto críticas como abalanzas. Un alma futbolística de por vida en una vida tan efímera como es la del fútbol…
 
 

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