martes, 19 de marzo de 2013

Guillotina al entrenador, ¿una decisión siempre acertada?

Mucho se ha rumoreado en este último mes con la idea de que el CD Eldense pudiera cambiar de preparador si los resultados positivos no llegaban y con ello, el equipo no lograra salir de la zona cálida de la tabla. Pero, ¿es la solución adecuada cambiar de entrenador a falta de escasos dos meses para el fin de campaña?


Llamativo sin lugar a dudas, pues el Eldense ha contado en la actual temporada con los servicios de tres técnicos muy diferentes entre sí. Hace casi una vuelta, José Arastey fue el primero en dejar la disciplina azulgrana tras el empate en casa contra Crevillente (2-2). El técnico valenciano se despedía asegurando que "no se sentía capacitado para sacarle más rendimiento al Eldense". Los azulgrana quedaban en decimoquinta plaza con 14 puntos, y un balance de 3 victorias, 5 empates y 3 derrotas. Peor suerte corrió la carrera del madrileño Agustín Soto. En apenas casi dos meses, el Deportivo no encontró en él el revulsivo necesario para salir de una angustia prolongada en la zona de descenso. Soto abandonaba el Estadio Nuevo Pepico Amat habiendo logrado 7 de 24 puntos posibles, es decir, los azulgrana quedaban en la posición 17ª, habiendo cosechado de 1 victoria, 4 empates y 3 derrotas.

Y como reza el dicho "no hay dos sin tres", llegó Uge Sánchez. Un jovencísimo entrenador alicantino de apenas un cuarto de siglo arribaba al primer equipo deportivista con ilusiones renovadas y convencido de su capacidad para sacar el ejercicio futbolístico adelante. Una confianza por parte de la directiva azulgrana que conllevó una diversidad de opiniones, algunas de ellas poco convencidas de que la maquinaria eldense comenzara a circular con garantías. Con un vagaje (hasta el momento) a sus espaldas de 4 derrotas, 3 empates y 3 victorias, lo que supone la conquista de 12 de los 30 puntos posibles -un 40% de los puntos en juego. Uge Sánchez es el presente del Deportivo, pero ¿también el futuro?

Para muchos agoreros, la derrota deportivista en Burriana (1-0) es lo equivalente a la famosa guillotina empleada para castigar la pena capital durante la Revolución Francesa. Tras un mes de continuos murmullos sobre la continuidad o no en el banquillo del míster alicantino, parece que los hubiere esperando un resbalón del conjunto eldense para emular al gran García Márquez en la redacción de "Crónica de una muerte anunciada", pero en versión deportiva. Aunque esta situación no está al alcance del típico "vidente" que lo sabe todo, no. Pues el runrún planea sobre el banco azulgrana desde hace semanas, un chisme que rezaba a comienzo de cada nueva jornada con la típica frase de... "si hoy pierden, el entrenador va fuera". Así normal que algún día, el parlanchín de turno acertara. Ante semejante presión deportiva nos quitamos el sombrero ante Uge. Aguantar un momento semejante está a la altura de gente como él: gladiadores del fútbol y de la vida.



Y quien piense que un relevo en el banquillo es la solución para enderezar una situación compleja como la que atraviesa el CD Eldense, está bien equivocado. Un reciente estudio sobre los efectos que se producen con el cambio de entrenador revela que "buenos equipos con resultados deportivos mediocres, y en donde el cambio de entrenador podría parecer más que justificado, cambiar al entrenador comporta que estadísticamente el rendimiento del equipo empeore respecto a otros equipos equiparables que han mantenido a su preparador", hablamos de un buen equipo, ya que apartando por un momento los resultados, está claro que estamos analizando a un equipo que jugador por jugador es uno de los mejores del grupo VI de la Tercera división. Es más, se habla de que el "rendimiento deportivo en equipos modestos no tiende a mejorar a medio plazo", y ya no hablemos a corto (pues no olvidemos que la competición finaliza en menos de dos meses)

El Eldense no es novato en cuestión de despedidas y destituciones de preparadores, es más esta campaña parece haber realizado un máster en Directores Técnicos. Y quizás, esa experiencia les sirva para valorar los pros y, más si cabe, los contras que derivan de cada cambio de entrenador. Pues para una plantilla un relevo de tal magnitud desestabiliza la mente de los jugadores, a la par que imposibilita la capacidad de éstos para amoldarse a un nuevo sistema de juego y a una distinta rutina en un periodo de tiempo breve y con una situación tan agobiante como la que atraviesa la entidad deportivista.

Cierto es que la psicología del futbolista es muy delicada. Por ejemplo, los azulgrana ganaron en casa ante el Ribarroja (1-0), en vez de disfrutar de una semana sin presión -pues habían salido triunfantes y estaban fuera de la zona cálida de la tabla-, su mente se bloquea en la idea de que hay que ganar sí o sí en Burriana -que no está mal, pero disfruta del buen momento-. Muchas veces la obsesión y el miedo juegan un papel importante en el desenlace de una competición. Mientras el Novelda CF disfruta de cada entrenamiento sin miedo a errar el domingo -son líderes, se pueden permitir un tropiezo-, los equipos de la parte baja de la clasificación trabajan con la presión de tener que conseguir los tres puntos a final de semana... Cuanto más quieres algo, más cuesta conseguirlo. 

Finalizando, no somos conscientes del "gran momento" en el que vivimos. ¡Seámos positivos! Nos encontramos ante uno de los retos más importantes de la historia del club, sabernos valedores de una capacidad de remontada y de mejora. Aprender de este momento de crisis futbolística para crecer, hacerse fuerte y consciente de que en un futuro podríamos vivir una epoca similar y poder salir de ella sabiendo que de los errores, hemos aprendido.

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