Algeria: Boudrali, Kaabeche,
Mokrani; Kerbouche, Bousmal, Chehbour, Zouaoui, Berkous, Daoud, Boudrali,
Rahim, Boultif, Chehbour, Benali, Berriah, Kaabeche, Hamoud, Mokrani
Egipto: Ahmed, Mohamed, Mamdouch; Mostafa, Mahmoud, Mohamed, Elsweidy,
Ahmed, Islam, Abou Ahmed, Abdelrahman, Hesham, Alaa, Gamal, Ibrahim, Mostafa,
Mamdouch, Zein, Hisham.
Parciales: 2-4, 3-6, 5-11, 9-11,
10-14, (desc) 12-16; 13-18, 16-18, 20-20, 21-22, 22-23 (final) 24-24
En la primera mitad, el joven
conjunto egipcio saltó a la cancha de la Caja Mágica pisando fuerte, pues su
objetivo no era otro que el de lograr su pasaporte a octavos de final de este
campeonato con firma española. Al descanso tomaban una ventaja de cuatro goles.
En el segundo tiempo, el
combinado argelí se vino arriba, y rondando el minuto 14 de encuentro, se
ponían a un solo tanto de los “faraones”. El partido estaba más que abierto. La
confianza en el electrónico de los egipcios, posibilitó que Argelia aprovechara
los despistes defensivos de su rival para empatar a 15 minutos del final
(20-20). Fue el momento del baile sobre el parqué de la sede madrileña del
grupo D. Egipto acusaba los nervios y el desgaste físico empleado durante los
primeros 30 minutos permitía que Argelia se oxigenara y pusiera las tablas en
el electrónico (23-23) a falta de cuatro minutos. Un lanzamiento errado de
Argelia a 3 minutos del desenlace, provocó que Egipto también acusara los
nervios y errara a falta de 2 minutos. Mamdouch volvió a adelantar al combinado
egipcio, aunque de poco sirvió, ya que los locales empataron de nuevo (24-24)
La contienda se resolvería en diez segundos con el ataque de Egipto, que no fue
capaz de llevarse un encuentro que dominó de maravilla en los primeros minutos,
pero que la confianza y los nervios les frenó para sacar un buen botín de un
partido del que merecieron mucho más.
MVP: Ahmed Mostafa (Egipto)
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